La insolvencia, específicamente la insolvencia económica es aquella situación particular que adolece una persona natural o jurídica por la cual no puede atender sus obligaciones financieras o dinerarias, es decir, no puede pagar sus deudas. Ello ocasionado por diversos factores, pero siempre estando en la imposibilidad de cumplir con compromisos dinerarios de manera temporal o permanente.

Para el caso de la mayoría de los clientes que acuden a solicitar los servicios de la firma, poseen una de las siguientes clases de insolvencia:

 

  1. ILIQUIDEZ

A veces se confunde con insolvencia una situación de iliquidez, es decir ausencia de recursos para atender las obligaciones básicas, de operación o las financieras o todas en conjunto, sin embargo esta situación de ausencia de recursos económicos en este caso es solo temporal y posteriormente en el corto plazo los recursos necesarios para atender las deudas llegarán a manos del deudor y podrá rápidamente atenderlas y cancelarlas. En este caso, solo se recomienda que el deudor se comunique con sus acreedores de forma temprana y les indique esa situación anormal para que no se generen sanciones o intereses moratorios.

 

  1. INSOLVENCIA LEVE.

En este caso es probable que una o más obligaciones no puedan ser atendidas, porque los recursos son insuficientes para atenderlas, pero el déficit periódico no sea tan grande por lo que se permita hacer una pequeña negociación con los acreedores a fin que se ajusten los créditos a las nuevas condiciones de ingresos en cabeza del deudor.

En este punto, la situación es manejable, solo requiere acercarse al acreedor y manifestarle la situación por la que se está atravesando, si usted debe a entidades financieras o cooperativas, muy probablemente encontrará un asesor dispuesto a ayudarle y buscar opciones de reestructuración de su deuda.

  1. INSOLVENCIA MODERADA.

En este punto, debe tomar el problema en sus manos y buscar una solución inmediata, sus deudas se están acumulando y usted ha tratado afanosamente de cubrir con más créditos las deudas adquiridas, ya sea con avances en tarjeta de crédito o nuevos créditos de consumo. Se encuentra sin encontrar una solución y una simple reestructuración o refinanciación no es suficiente ya que los ingresos que recibe son desproporcionadamente bajos. Es momento de plantear alternativas agresivas a los acreedores y empezar a contemplar la iniciación de un proceso de insolvencia.

 

  1. INSOLVENCIA GRAVE

En este punto las deudas están casi completamente en mora superior a 30 o 90 días en su totalidad, no hay forma de atender ninguna, puede que no tenga ingresos o que aún cuando realizara un buen acuerdo sería imposible pagar en el mediano plazo y requeriría acuerdos de largo plazo para pagar. En este momento debe decidir si hacer un acuerdo en insolvencia o definitivamente ir a una liquidación dada su imposibilidad definitiva de atender sus pasivos.

Si usted se encuentra en cualquiera de estos escenarios, no dude en llamarnos, agendar una cita y analizar juntos las soluciones a su crisis. Somos especialistas y podemos ofrecerle una alternativa adecuada a sus necesidades.