Las consecuencias del confinamiento para todos los sectores de la economía han sido devastadoras en todos los planos y en especial en sectores vulnerables que requieren contacto físico cercano, entre estos los consultorios odontológicos generales y especializados como lo son: ortodoncia; estética dental; periodoncia; endodoncia; imágenes diagnósticas, entre otras. Los ingresos en estos últimos meses se han reducido a cero en la gran mayoría de los casos, aunque las medidas de bioprotección sean un común denominador en los procedimientos que diariamente realizan los profesionales de esta rama de la salud.
El confinamiento obligatorio impide que los pacientes se desplacen de manera libre hacia las diferentes consultas y se estima que no varíe en los próximos meses, ya que las restricciones de movilidad van a ser la nueva normalidad en los tiempos actuales, hasta que no se decrete la erradicación total del COVID-19. Es por ello que aún cuando se permita a los consultorios y clínicas odontológicas reaperturar sus actividades la situación no se normalice sino transcurridos un par de años.
Es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Los meses sin actividad dejan déficits que van a ser un lastre
- La demanda de servicios no va a ser como antes.
- Las cuentas por cobrar a clientes van a ser más difíciles de recuperar.
- El margen de ganancia va a ser menor y los costos fijos los mismos.
Procederemos entonces a exponer cada punto:
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Los meses sin actividad dejan pérdidas que van a ser un lastre
Es probable que se superen los 60 días o más de inactividad para el sector, mientras se validan los protocolos de bioseguridad y se obtienen los permisos locales correspondientes, ello implicará que un consultorio o una empresa de este tipo presente pérdidas considerables y además, tener que atender los costos fijos de sus negocios sin poder compensarlos con ingresos de sus pacientes.
A esta altura, muchas de las Clínicas odontológicas, estéticas orales y consultorios odontológicos se encuentran bajo la presión de pagar arriendos, personal, servicios públicos, proveedores, y sostener un personal inactivo, sin tener claro cuál va a ser el futuro que les depara. Cada día sin operar aumenta el déficit del negocio, porque todo lo anterior debe ser cubierto en el corto plazo, sin contar con las deudas que pudieren existir para la adecuación de los espacios de atención a los pacientes y otras que se adquieren por los profesionales independientes.
La constante es la incertidumbre, y sobre ello no es posible hacer una toma de decisiones adecuada y como se indicaba, aún cuando reabran la actividad, el daño ya está hecho y el desbalance financiero de consultas privadas y clínicas será la constante.
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La demanda de servicios no va a ser como antes.
Aunque la salud oral es una necesidad permanente en todos los humanos y ello hace que exista mercado rentable para clínicas y consultorios odontológicos privados, es un hecho que la salud oral privada, es decir la que no corresponde a sistemas de seguridad social o aseguramiento, se entiende como un gasto suntuoso en economías en crisis. Cuando tengo que decidir si gasto unos cientos, miles o millones (dependiendo del país en que estemos) o atiendo gastos como alquileres, alimentación o educación la respuesta es evidente, las personas preferirán recurrir a los procedimientos más básicos y urgentes dejando de lado los procedimientos estéticos o de corrección para mejores tiempos.
Es probable que la demanda de procedimientos odontológicos se vuelque a los sistemas de aseguramiento en salud o seguridad social, ya que no supondrán mayor esfuerzo económico y se encuentran incluidos en sus planes básicos de atención en salud. Ello supone entonces que la apertura de las clínicas y consultorios odontológicos en general y el déficit generado por el cierre no será compensado con un flujo igual de pacientes.
¿Qué se espera?
De acuerdo con cifras globales el consumo ha disminuido casi en un 50% para todos los bienes y servicios en general, teniendo un leve repunte en lo que tiene que ver con servicios y productos tecnológicos y algunos bienes esenciales y de bioprotección, de tal manera que no podría esperarse otra cosa que una disminución equivalente en el flujo de pacientes y la demanda de servicios prestados por clínicas y consultorios odontológicos en general, de tal manera que los ingresos tienen probabilidad de caer en esa proporción hasta que no haya una recuperación efectiva de la economía, algo que no se espera sino hasta dentro de 2 años como mínimo.
Otra cosa es que definitivamente la demanda no va a ser como antes, ya que la oferta en estos tiempos de crisis para que los pacientes adquieran los servicios y obviamente para que clínicas y consultorios odontológicos en general no cierren, va a estar encaminada a ofrecer máxima calidad a precios mucho menores, de tal manera que los ingresos van a disminuir significativamente y el margen se afectará, poniendo muchas clínicas y consultorios odontológicos en general en riesgo inminente de cierre o insolvencia.
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Las cuentas a cobrar a clientes van a ser más difíciles de recuperar
Estando en un escenario actual de recesión y saliendo a la luz pública los datos de desempleo y deterioro de las condiciones salariales de los trabajadores, se espera que obviamente los ingresos de los pacientes y sus familias van a disminuir, lo que hace que estando en modo supervivencia, muchos hogares van a priorizar sus gastos ante la imposibilidad de atenderlos a todos, siendo lo primordial los bienes y servicios básicos y dejando de lado el pago de obligaciones no esenciales, como sus deudas de procedimientos odontológicos. Tenemos que centrarnos en que si las familias no van a poder pagar sus deudas bancarias, tampoco van a pagar sus deudas con clínicas y consultorios odontológicos en general, y eso es una realidad.
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El margen de ganancia va a ser menor y los costos fijos a veces mayores.
Como decíamos previamente, la consigna en este momento crítico para cualquier tipo de negocio es sobrevivir, generar un flujo de caja que soporte nuestros costos fijos y nos permita permanecer modestamente en el mercado. Salvo en algunos casos muy puntuales, los gastos de infraestructura y de expansión son recomendables, en los demás casos como en el que nos ocupa, ante la incertidumbre de las circunstancias no es momento de grandes expansiones, de grandes inversiones ni de inversiones de riesgo, es el momento donde cada centavo que gastemos debe estar debidamente analizado.
Si tenemos lo anterior en cuenta, debemos reconocer que los márgenes de utilidad que antes reportaba el negocio de clínicas y consultorios odontológicos en general ya no volverán a ser los mismos por algún tiempo, que por el momento no podríamos pronosticar.
¿Porqué el margen no va a ser igual?
Podemos resumirlo en los siguientes puntos:
- El flujo de pacientes va a volcarse a sistemas públicos de salud, seguridad social o aseguramiento privado.
- La demanda de servicios estéticos dentales va a reducirse ante la reducción de ingresos de los pacientes y hasta el momento en que se recupere la economía.
- Las Medidas de bioprotección ante la necesidad de contacto directo con el paciente, van a implicar mayores gastos fijos. (Prendas para prestador y paciente; desinfección de áreas confinadas, tiempo entre consultas etc.)
- Ante la reducida demanda, clínicas y consultorios odontológicos en general ofrecerán servicios con mayor calidad, protección e implementos a menores precios, va a haber una guerra de precios.
- Los insumos tendrán mayores valores producto de las devaluaciones de las monedas en américa latina y el caribe, ya que la mayoría de insumos, e instrumentos son importados y comprados en dólares.
ENTONCES, ¿QUÉ HACER?,
Los retos para clínicas y consultorios odontológicos en general son variados y complejos como ya se ha expuesto, y ello implica que se tomen decisiones que vayan acorde con la situación de crisis económica que vivimos:
Estas son apenas unas de las soluciones que planteamos y que pueden servir para afrontar las graves consecuencias económicas para el sector odontológico producto de la pandemia:
Créditos de emergencia
Muchos de los gobiernos han extendido líneas de crédito especial para los trabajadores independientes y las empresas en general, con beneficios a la tasa o garantizados por el Estado, ello podría llegar a soportar los efectos nocivos de la crisis, siempre y cuando esta no se extienda demasiado, ya que de otra forma estos créditos solo ayudarían a intensificar la crisis de las clínicas y consultorios odontológicos.
Si considera tomarlo debe tener en cuenta lo siguiente:
- El periodo de gracia o muerto que se le ofrezca deberá ser superior al tiempo en que le tome retornar a la actividad, ya que si el vencimiento de la primera cuota llega cuando usted o su clínica estén apenas en proceso de reapertura los ingresos seguirán disminuidos y tendrá que preocuparse por un gasto más. Por ello lo recomendable es que usted considere solo las opciones que le permitan un plazo de gracia o muerto que no sea inferior a 2 meses más de lo que estime en reabrir y generar ingresos.
- La tasa es muy importante, si es un crédito subsidiado o garantizado por el Estado, debe tener una tasa de interés baja, que varía según la institución que le preste, por lo que primero revise todas las opciones del mercado y no acuda por desesperación al banco donde tenga sus productos sin verificar las otras opciones.
- El Plazo debe ser lo más extenso posible, usted a futuro podrá hacer abonos o prepagos, pero en este momento debe cuidar su liquidez, aunque a futuro resulte muy costoso; luego se preocupará por generar excedentes de liquidez que le permitan acortar el plazo y ahorrar dinero.
- No haga créditos sobre los cuales no se haya planteado la forma de pagarlos, recuerde los aspectos de la crisis de su sector, si no puede pagarlos y espera que ocurra un milagro no los tome, salvo que sea una estrategia.
Subsidios Gubernamentales
En América Latina se han estado otorgando subsidios y ayudas directas a los sectores productivos y al sector salud, por lo que es posible recibir algunos subsidios que le permitan contribuir al pago de la nómina de su clínica o consultorios odontológico, y soportar parcialmente sus gastos fijos. Lo recomendable es que en la medida de lo posible acceda a estos, pero sin depender para operar o no, se sabe que dichas ayudas por la cantidad de demanda que tienen, actualmente se demoran mucho en llegar.
Renegociación de contratos
Una opción adecuada es la renegociación de los contratos mas importantes, tales como el arriendo; proveedores; trabajadores y los que sean comunes en clínicas y consultorios odontológicos en general. En lo que tiene que ver con el arriendo o alquiler de espacios, es un hecho que cualquier arrendador va a querer lograr un convenio para asegurar el ingreso, ya que si el inmueble o espacio se le retorna, es probable que durará muchos meses, incluso años en volver a arrendar y por ende percibir ingresos, conllevando a que tenga que asumir los costos fijos de tener dicho bien (servicios públicos, impuestos, cuotas de administración, etc).
Reestructuración de deudas
Clínicas y odontólogos en general, tienen ya sea a nivel empresarial o a nivel personal una variada gama de obligaciones financieras, adquiridas ya sea para su negocio o para sus necesidades personales, lo que estando en un escenario actual de interrupción de ingresos y a futuro disminución de los mismos, tienen que ajustar sus deudas a la situación señalada. Por lo tanto, resulta obligatorio que se reestructuren todas las obligaciones adquiridas con entidades financieras, para que no solo se logren acuerdos que permitan periodos de gracia, sino de aumento en plazos que hagan que las cuotas bajen y se pueda soportar la crisis sin tener que dejar de pagarlas y entrar en insolvencia, reportes y demandas o acciones en contra. Para ello debemos tener en cuenta lo mismo que indicábamos para el crédito de emergencia: Verificar todas las opciones de compra de cartera ofrecidas por otras entidades, las tasas, los plazos y los periodos de gracia.
Recortes de gastos o ampliación de servicios.
Si estamos en economía de crisis, si los ingresos van a disminuir y si conocemos que los márgenes de ganancia serán menores, tendremos que ajustar nuestro negocio a un panorama nuevo, ya no demandarán igual nuestros servicios y por ende debemos acortar los gastos, ello incluye si es necesario el de personal, locaciones y demás sin disminuir la calidad de lo importante: El Servicio.
Mudarme a otros espacios más económicos es mucho más que desprenderme del ego, es inteligencia si los mismos son igualmente estratégicos, como también lo es si debo modificar la estructura misma del servicio o la ampliación de la oferta a otros aspectos que no habían sido explorados, pero que me aumentan el flujo de pacientes y de ingresos. Recuerde, son momentos donde la planeación financiera y la creatividad juegan los papeles más relevantes.
Acudir al régimen de insolvencia
Como medida estratégica, se puede acudir a un procedimiento de insolvencia que permite primero congelar deudas y luego ajustarlas a los tiempos y realidades que presente el negocio, por lo que si no es posible hacer acuerdos viables de reestructuración de deudas con sus acreedores, el camino más adecuado es el de iniciar un proceso de insolvencia, así podrá obtener periodos de gracia o muertos más extensos, tasas de interés más bajas y plazos muy superiores a los comercialmente utilizados por las entidades financieras.
Podemos ayudarle a negociar o reestructurar sus deudas, o que pueda ingresar a la Ley de insolvencia o planes de recuperación si usted lo considera, no dude en contactarnos