Si eres comerciante en Colombia o en cualquier parte de Latinoamérica, este artículo puede resultarte de mucha utilidad, y puede contener claves sobre aspectos que no te han contado.

En primer lugar, tenemos decirte que hay cosas que son ciertas e inevitables, independientemente del sector en que desarrolles tu actividad. La pandemia y las medidas que han sido adoptadas por los diferentes gobiernos para mitigarla, han generado una paralización casi total de las economías y por supuesto una crisis económica que no puede ser revertida por lo menos en el corto plazo; es decir, que en menor o mayor medida la crisis va a golpear tu negocio y para ello ya debes estar preparándote. Si no lo has hecho y estás esperando medidas de tu Gobierno, te recomendamos que de inmediato te pongas manos a la obra y tengas en cuenta lo que a continuación te vamos a sugerir:

  1. La crisis es un hecho sin precedentes e inevitable

Leas donde leas, has podido descubrir que todos los analistas están pronosticando una crisis igual o peor que la gran crisis económica del 1929 y obviamente mucho peor de la del 2008 de la cual apenas nos estábamos recuperando en economías emergentes como las nuestras, recuperación cuyo fin ya había sido pronosticado para este año, sin tener en cuenta las situaciones excepcionales del covid19.

Si todos están hablando de esta gran crisis que ya está en curso y que va a afectar a todos los habitantes del planeta, tu y tu negocio no van a ser la excepción a menos que tomes las medidas adecuadas de protección y de planeación; y aún así, a riesgo de sonar pesimista y que abandones este artículo en este momento debo decirte la verdad: también vas a sufrir las consecuencias.

Muchas personas que han tenido que enfrentar devastaciones por tornados y fenómenos naturales similares, se refugian en sus casas, sus sótanos y lugares de protección, sin embargo una vez que salen nuevamente a la luz, esperan que sus viviendas y sus propiedades se encuentren en pie a pesar de la devastación que saben que ocurrió y ahí lo único que los separa de la realidad es una fe ciega, que eventualmente se desmorona cuando se enfrentan con los acontecimientos de la destrucción.

Hay casos en los cuales las viviendas que se mantienen en pie, pero seriamente dañadas y otras que milagrosamente por azar del destino, quedan intactas. Así esta nuestra economía actualmente, nos tienen viviendo de nuestras reservas, las pocas o las muchas que hayamos podido guardar y ahorrar y que debemos consumir mientras pasa la tormenta que en este caso es un huracán económico que arrasa con todo a su paso.

Eventualmente saldremos, eventualmente recuperaremos nuestra actividad comercial, pero nada volverá a ser igual al menos por un muy largo tiempo.

Dependiendo de tu sector te han obligado a cerrar las puertas al público y en algunos casos solo limitarte a ventas por medios electrónicos, algo que para muchos es imposible y para otros muy complicado, dado el servicio o el producto que venden y apenas, después de semanas de confinamiento están implementando.

Te has instruido, has leído, has estado pendiente de las noticias y de los pronunciamientos de tu Gobierno, has visto como en mayor o menor medida ya están pensando en reabrir la economía y la producción de manera gradual y escalonad, y ello supone una esperanza y una realidad que no necesita mucha presentación para economías como la nuestra, y es que no hay posibilidad de soportar las empresas y los comercios con subsidios de manera indefinida, si es que se han implementado o se van a implementar en las economías latinoamericanas, pero sea como sea, tarde o temprano tendremos que abrir nuestras puertas y empezar a producir porque los Estados no tienen los suficientes recursos para mantenernos a flote.

Sin embargo, sabes que abrir tus puertas no asegura nada, porque estamos ante una crisis sin precedentes que ha golpeado dos factores de manera grave y simultanea: la oferta y la demanda.

En el afán de volver las cosas a su estado original pensamos falsamente que al ofrecer nuestros productos o servicios al público, se van a recuperar las ventas de manera inmediata, pero como la crisis que nos afecta actualmente está golpeando de manera directa los ingresos de las personas y hogares, que al final de cuentas son nuestros consumidores finales y además está generando una nueva cultura del gasto es un hecho que el consumo se va a reducir a los mínimos y por ello tus ventas se van a ver afectadas obviamente, salvo que pertenezcas a un sector de la economía donde ofrezcas artículos de bioseguridad como tapabocas, guantes y elementos de protección biológica, negocios que obviamente no estarán viendo este artículo.

Pero tu negocio que puede que no sea la excepción a la regla, va a enfrentar grandes retos y dificultades para sobrevivir sino tomas decisiones en este mismo momento

  1. Elaborar un plan de choque

Aunque tengamos toda la disposición de abrir nuestras puertas y empezar a vender o si ya nos han permitido abrirlas, el panorama a partir del momento del confinamiento no va a ser el mismo, los sectores pronostican una caída en el consumo de más del 50%, por lo que tus ventas pueden disminuirse en promedio esa misma proporción, aunque puede ser más o menos, dependiendo del sector de la economía donde tengas ubicado tu negocio.

Eso implica que debas recortar tu esquema de flujo de caja para que tu negocio sea rentable y ello implica que hagas uno proyectado con los mejores o peores escenarios que se te puedan presentar, proyecta las ventas al 100%, luego proyecta las ventas al 70% y así sucesivamente hasta el 50%, y verifica qué tanto afecta eso a tus disponibles.

Recuerda que hay unos costos fijos que no dependen de las ventas y otros asociados que pueden disminuir o aumentar dependiendo de tu volumen de ventas, por ello debes ajustarlos para sí tener unos valores reales.

Cuando hagas esa simulación, recuerda verificar si es posible recortar gastos fijos, optimizarlos o aumentarlos si eso te genera mejor margen de ganancia, así pueden tomar medidas de choque. ¿Pero todo ello que significa?

Que debes pensar en que si vas a vender menos, vas a tener menos ingresos y menos capacidad para atender tus gastos operativos básicos, lo que significa al final de cuentas que si no ajustas tu presupuesto, recortas gastos y modificas tu negocio, lo diriges a nuevos mercados y tienes un plan de choque, no vas a sobrevivir comercialmente.

Te recordamos que estos planes de choque, debe contener también una renegociación de tus gastos, incluido el gasto financiero que se deriva de tus deudas, por lo que es imperativo que vayas a la delantera y negocies tus deudas.

  1. Reinventarse, la palabra de moda

Sabemos ya que la pandemia ha generado un confinamiento masivo que va a eliminarse  gradualmente, lo que implica que la reactivación de la economía va a ser 10 veces más lenta de lo que le tomó paralizarse, ello implica en todos los sentidos que las cosas no volverán a ser como antes en mucho tiempo e incluso, que nunca van a volver a serlo. Si ello es una realidad lo que tienes que empezar a pensar si no lo has hecho, es buscar nuevas formas de reinventar tu negocio, todavía hay negocios donde la demanda de productos y servicios están en auge y otros que aún todavía nadie ha explotado que pueden ser tu próximo nicho de mercado, agudiza tus instintos y busca las alternativas que tienes disponibles y si tienes que cambiar todo tu esquema no tengas temor, hazlo y empieza de nuevo.

Siempre hay un espacio para que puedas explotar tus capacidades y la creatividad es la que te ayudará a lograr tus objetivos, hoy el mandato es sobrevivir pero puede que generes las utilidades que buscas. Si hay ayudas de tu gobierno tómalas y si no, simplemente sigue tu camino como lo has hecho hasta ahora. Mucha suerte en estos nuevos retos, puedes escribirnos a [email protected] para obtener orientación gratuita.

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